martes, 22 de junio de 2010

Anosognosia

Interesantísima la serie de Errol Morris en NYT sobre el conocimiento. Explora un problema oscuro y laberíntico, pero apasionante: hay muchas cosas que sabemos, otras que no sabemos, pero somos conscientes de que no las sabemos; pero hay otras que no sabemos que no las sabemos.

El salto entre ser consciente de la propia ignorancia y no serlo es enorme, porque es el requisito para aprender.

viernes, 18 de junio de 2010

Una reforma no tan urgente

Una parte muy importante de la reforma laboral del gobierno se apoya en el contrato de fomento de empleo. Las novedades en este contrato no producirán efectos inmediatamente, sino a lo largo de los años.

Los primeros despidos a los que se aplicará la nueva normativa no se producirán hasta junio de 2011. Los efectos realmente trascendentes aparecerán en los contratos de fomento con cuatro o cinco años de antigüedad, es decir, a partir de 2014 ó 2015.

Además, estos contratos, en un primer momento, serán una proporción muy pequeña de los que haya en vigor, y sólo se irán generalizando a medida que las empresas vayan contratando nuevo personal. Es decir, que la transformación de las relaciones laborales no será seria hasta, por lo menos, 2015, o incluso más allá.

Habrá que ver si la regulación que hoy ha entrado en vigor se mantiene durante tanto tiempo, o si se volverán a introducir cambios.

Yo no tengo una bola de cristal, pero veo dos problemas que me hacen pensar en nuevos cambios. El primero es la tramitación parlamentaria ese verano; no dudo que se introducirán enmiendas, tal vez muy importantes.

El segundo problema, más a largo plazo, es que de nuevo se crean dos categorías de trabajadores. Los que tengan contrato ordinario (los 45 días) tendrán una protección de primera; los de fomento (los 33 días) tendrán una protección, como mucho, de segunda. No sé si esta nueva dualidad se podrá mantener indefinidamente.

jueves, 17 de junio de 2010

El Estado se estafa a sí mismo

De los muchos aspectos de la reforma laboral sobre los que hablaremos en los próximos meses, he elegido uno que me parece un buen ejemplo de sus defectos.

Cuando se extinga un contrato de fomento de empleo por despido objetivo, el FOGASA se hará cargo de 8 días de salario por año de servicio y a la empresa le quedará pagar los otros 12. En realidad, esto ya existía bajo la forma del 40% de los 20 días a cargo del FOGASA para empresas de menos de 25 trabajadores, que ahora se amplía a todas las empresas.

Lo chocante es que el FOGASA pagará los 8 días aunque el despido sea improcedente. Tal vez esto tuviera sentido antes de la reforma, pero ahora entra directamente en lo absurdo. Veamos por qué.

El despido objetivo será procedente si, según dispone ahora el art. 51.1 ET, la decisión de despedir es mínimamente razonable. Se sigue que son improcedentes los despidos que no son ni siquiera mínimamente razonables, es decir, los absurdos, los abusivos, los caprichosos; en resumen, los que no son objetivos ni necesarios.

No se entiende por qué el FOGASA ha de subvencionar estos despidos. Hasta ahora han sido las empresas (y los trabajadores) quienes se han encargado de camuflar bajo distintas fórmulas la realidad para que el FOGASA pagara los 8 días aunque no le correspondiera. Ahora es el Estado el que se engaña a sí mismo y se obliga a hacer pagos sin sentido.

Empieza la reforma

A las 09:20 h hemos recibido la primera llamada de un empresario que estaba esperando la reforma para despedir.

miércoles, 16 de junio de 2010

¿El porqué de qué?

Interesante el artículo de Raúl Minchinela en La Vanguardia de hoy (de pago).


Yo no he seguido Lost porque ya en la primera temporada me aburrí. Me pareció (y todavía me parece, lo confieso) que el misterio era tan artificioso como los conflictos de los culebrones.

Ahora Lost se ha acabado y los fieles seguidores se han quedado sin saber el porqué de no sé cuántas cosas. Lo que yo me pregunto es: ¿el porqué de qué? Nada de lo que aparece en la serie es real: ni el avión, ni la isla, ni la iniciativa Dharma, ni los extraterrestres, ni ninguno de los misterios. Por tanto, no hay tampoco ningún misterio. En la serie sale lo que cada semana se le ocurre a los guionistas.

No creo que los devotos seguidores sean tan ignorantes que no sepan esto. Y, con todo, siguen queriendo una explicación. Ahí es donde los espectadores se convierten en el espectáculo: lo fascinante, lo intrigante es nuestra necesidad de explicaciones.

martes, 15 de junio de 2010

El día antes del decreto de reforma laboral

Ahora todo el mundo ha tenido unos días para leer con calma el borrador que publicó el gobierno, y el gobierno está recibiendo críticas de todas partes.


El borrador del gobierno no es más que un conjunto de parches. Ya hace muchos meses que se discute sobre las reformas necesarias, pero parece que no ha servido para nada. El gobierno no tiene ninguna idea clara de cómo quiere que sean las relaciones laborales en España. De ahí que se limite a ir retocando las figuras que ya existían, supongo que con la esperanza de que sirva para algo.


Un buen ejemplo es la regulación del coste del despido. En lugar de proponer un modelo (y le han sugerido varios), el gobierno prefiere hacer ajustes en tres figuras diferentes (el despido objetivo, el contrato de 33 días y el contrato temporal). La reforma del despido objetivo y la del contrato temporal son tímidas; el contrato de 33 días es una medida provisional que se va eternizando.


Esto no quiere decir que la reforma no vaya a producir efectos. Lo que significa es que seguramente el propio gobierno no tiene una idea muy clara de cuáles van a ser.


Parece que los partidos han obligado al gobierno a tramitar la reforma como proyecto de ley. Seguramente, esa tramitación permitirá estudiar más a fondo las reformas e incluir algunos de los muchos aspectos de los que el gobierno no se ha acordado. Sin embargo, sin el impulso del gobierno, no podemos esperar una reforma profunda que verdaderamente defina las relaciones laborales españolas para el futuro.

martes, 8 de junio de 2010

Saber hablar

Lo primero que se necesita para defenderse es saber hablar. Puede parecer que todo el mundo sabe hablar, pero lo cierto es que mucha gente no tiene confianza en su habilidad para defenderse hablando.

A mí me dio la primera lección un contrario. Era el presidente de una comunidad de propietarios en un barrio obrero. Yo había ido a reunirme con la comunidad en nombre de la empresa que había construido el edificio. El hombre hablaba más valenciano que castellano y, la verdad, en muchos momentos costaba entender qué decía. Aun así, se defendía enérgicamente; tenía muy claro que yo había ido hasta allí para completar la estafa que la constructora había iniciado muchos años antes.

Después de un rato de discusión, el presidente me dijo que saliera de la reunión para que pudieran deliberar. Lo curioso fue argumento: "usted habla muy bien y nos va a convencer a todos".

Después de veinte años, todavía estoy impresionado por la claridad de ideas de aquel hombre.

domingo, 6 de junio de 2010

Como un laberinto

Todas las leyes definen los costes que tienen determinadas decisiones. Así, la ley de divorcio, al asignar o denegar a una persona la casa, o el coche, o los hijos, le está dando o quitando unos costes y unos beneficios. Como no todas las actividades son simplemente económicas, no todos los costes gobernados por la ley tienen la misma importancia. Por eso hay gente que se divorcia aunque eso le deje sin casa.


Pero las relaciones laborales sí son eminentemente económicas. La empresa está para ganar dinero; el trabajador también. Lógicamente, las decisiones sobre costes y beneficios ocupan el primer plano en las relaciones laborales. Por eso las leyes laborales son, más que ninguna otra cosa, una forma de alterar los costes de las decisiones de unos y otros.


Los cambios en el coste del despido alteran muchos otros aspectos de la relación entre la empresa y el trabajador. Con un despido más barato, el empresario gana facilidades para cambiar a los trabajadores de puesto, o de horario, o de ciudad, porque, en caso de resistencia, sea o no justificada, le resulta más fácil sustituir al trabajador por otro.


Las cosas se complican cuando se quiere que la ley regule más situaciones diferentes. Los costes se diversifican: uno para un despido disciplinario, otro para el despido de un representante sindical, otro para el de una embarazada, otro más en caso de crisis de la empresa, otro más para la prejubilación. En estas situaciones, las empresas y los trabajadores racionales (o sea, no todos), tienen que adoptar decisiones estratégicas. No sólo tienen que decidir si despiden o no, o si aceptan un cambio o no. También pueden (y deben) tomar otras decisiones que les colocarán en situaciones diferentes cuando llegue la decisión sobre el despido.


Un ejemplo es la protección de las madres en reducción de jornada. La trabajadora tiene derecho a la reducción de jornada, es decir, puede usarla o no usarla. Si no la usa, trabajará a jornada completa y cobrará el sueldo completo; si la usa, perderá una parte del sueldo y, además de ganar tiempo para su vida familiar, ganará una posición blindada en caso de despido. En muchos casos, a la trabajadora le interesará una reducción de jornada mínima (un 12,5%) precisamente para ganar esa protección frente al despido, aunque el tiempo que gane no le sirva para nada.


Situaciones similares se producen en algunos aspectos de la reforma laboral que viene. Para entenderla, habrá que examinarlos.

viernes, 4 de junio de 2010

Clarificar o reformar

El gobierno emite señales peculiares sobre la reforma laboral. Según parece, piensa clarificar las causas de despido objetivo sobre la base de la jurisprudencia del Tribunal Supremo. Dicho así, parece bastante anodino. Al fin y al cabo, se supone que esa jurisprudencia, precisamente, ya ha clarificado o está clarificando lo que hiciera falta. Por lo tanto, se busca la apariencia de que no se plantea ninguna verdadera reforma.

Sin embargo, yo creo que la cosa no tiene nada de anodino. Más bien, se trata de la parte más trascendental de la reforma que se nos viene encima. Convendrá aclarar qué está diciendo realmente el gobierno en esa modesta propuesta.

Lo primero y lo más importante es que esta medida, a diferencia de los 33 días, sí tiene efecto sobre los contratos en vigor. En otra entrada yo comentaba que la ampliación del contrato de 33 días va a tener unos efectos muy progresivos, porque sólo se aplica a los contratos nuevos. Esta parte de la reforma, en cambio, afectará a todos los trabajadores.


Como ya recoge buena parte de la prensa, no se pretende simplemente aclarar las causas de despido. Decididamente, se pretende ampliarlas. Quizá no varíe el número de causas, ni su nombre, pero sí lo hará el número de trabajadores a los que afectará.

jueves, 3 de junio de 2010

Lo que se sabe de la reforma laboral

Quien quiera informarse sobre la reforma laboral tiene un problema, porque los periodistas, en general, no le ayudan en absoluto.

He consultado las ediciones en línea de cinco diarios (La Vanguardia, El Periódico, El País, El Mundo, Abc). La mayoría de ellas simplemente reproducen la información de la agencia EFE (que, por lo que se ve, es el principal medio de información del país). A esto se añaden algunos cotilleos (que si el gobierno envió un documento, que si no lo envió) y las reacciones públicas de los participantes: los sindicatos se quejan de que el gobierno no les ayuda; la patronal renuncia a la bajada de cotizaciones.

Sólo El Mundo y El País intentan mantener al lector informado sobre lo que puede acabar pasando. El Mundo sigue informando sobre el documento del gobierno de hace un mes; sus lectores se pueden llevar una sorpresa un día de estos.

El País parece ser el único diario que se esfuerza por que sus lectores sepan lo que está pasando. Da por hecha la extensión del contrato de los 33 días (ver este blog) y anuncia dos cuestiones que seguramente se están discutiendo muy intensamente en Madrid: la reforma de las causas de despido objetivo (hablaremos) y el sistema austríaco (también hablaremos).

Además, quizá para demostrar que sabe de lo que habla, El País publica un editorial apoyando dos medidas muy importantes: el contrato único de acceso al empleo (una de las propuestas más antiguas en el debate, habrá que hablar) y la reforma de la negociación colectiva (próximamente en las mejores pantallas).

Estas cuatro propuestas son el corazón de la reforma. Lo que se haga con ellas definirá su alcance y puede significar un verdadero cambio del sistema español de relaciones laborales.

Es triste que un debate tan importante para el país se esté celebrando sin que nuestros periodistas, con honradas excepciones, nos informen de nada.

martes, 1 de junio de 2010

Arqueología laboral


El edificio de la foto es un verdadero monumento histórico. Es la fábrica del Ford Model T en Highland Park, Detroit, obra de Albert Kahn. Igual que el coche y que los métodos de Ford, el edificio de Kahn inició una revolución.

Se puede visitar en http://www.detroityes.com/home.htm, junto con una colección impresionante de ruinas industriales, probablemente la mayor del mundo.

Hoy esta maravilla está abandonada. Los puestos de trabajo han desaparecido. La culpa no la tuvo la rigidez del mercado laboral de Detroit.